Alemania continúa su enfrentamiento por la prohibición de coches de combustión de la UE, mientras España y Francia le recriminan
Alemania, lejos de conformarse con haber alcanzado su objetivo de que Europa ceda e incluya una excepción para los combustibles fósiles más allá de la prohibición, ahora ha creado una alianza con otros países europeos en contra de la normativa de prohibición de coches de combustión para 2035 de la UE.
Está alianza de países en contra de la normativa, está formada por: Italia, República Checa, Polonia, Rumanía, Hungría y Eslovaquia, además de Alemania. Todos los países nombrados, se reunieron recientemente para discutir la creación de nuevas propuestas para entorpecer aún más la aprobación de la prohibición, entrando en juego la nueva norma más próxima; la Euro 7, prevista para 2025 pero que la alianza quiere retrasar hasta 2027.
Por si fuese poco, la postura de Alemania está generando halagos por parte de algunos importantes fabricantes como Volkswagen, que en boca de su CEO, Oliver Blume, dijo que “Alemania está tomando las medidas apropiadas” para garantizar la supervivencia del coches de combustión. Sin duda, son unas declaraciones que chocan con la marca integrante del Grupo, Audi, quien desde el principio dijo que la posición de Alemania era un error. También perteneciente al Grupo VW, Porsche lleva bastante tiempo apostando por los combustibles sintéticos, para lo que ya realizó una importante inversión en Chile para producirlo.
Tanto está siendo el revuelo, en lo que inicialmente se consideraba una ley prácticamente aprobada a falta de una última votación que se preveía como una mera formalidad, que incluso países como España y Francia se han enfrentado a Alemania, reiterando su postura a favor de la prohibición.
En el caso concreto de nuestro país, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, fue tajante al calificar la postura de Alemania como “decepcionante”, a lo que añadió que todos los países deberían caminar en la misma dirección; la descarbonización.
Por el momento, se desconoce en qué va a desembocar toda esta guerra interna de países de la UE, ya que por una parte países en contra como Alemania e Italia son vitales para la aprobación de la norma, mientras que existen inversiones millonarias por parte de los fabricantes en base a la prohibición para 2035 que, de cancelarse o posponerse, causaría un importante impacto económico en la industria.
Por supuesto, no nos olvidemos de la parte más importante, cuando más se dilate en el tiempo la aprobación de la prohibición, más tiempo se tardará en alcanzar los objetivos de descarbonización, necesarios para combatir el cambio climático que, este sí que no va a posponerse…
Si bien no me gustan las prohibiciones como única solución para evitar la contaminación que promueve la UE, soy consciente de que algo hay que hacer para evitar que sigamos contaminando el planeta con resultados nefastos para las personas y para la vida en general de animales y plantas y no estoy de acuerdo con Alemania y otros países que quieren dilatar por intereses económicos la transición a vehículos no contaminantes.