Aurora y FCA se asocian en el ámbito de los vehículos comerciales de conducción autónoma
La startup Aurora conocida por su tecnología autónoma aplicada a diferentes tipos de vehículos, ha conseguido un nuevo socio. Se trata de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), con quien acaba de crear una alianza en plataformas de vehículos comerciales autónomos. La tecnológica afirma que ha integrado Aurora Driver en seis plataformas de vehículos diferentes, “desde sedanes, SUVs y minivans, hasta un gran vehículo comercial y un camión de clase 8”.
En cuanto a FCA, ya ha vendido una gran cantidad de sus Chrysler Pacificas a Waymo para los exámenes de autoconducción. El director ejecutivo de la FCA, Mike Manley, comentó:
Como parte de la estrategia de vehículos autónomos de FCA, continuaremos trabajando con socios estratégicos en este espacio para abordar las necesidades de los consumidores en una industria que cambia rápidamente. Aurora aporta un conjunto de habilidades únicas combinadas con tecnología avanzada y útil que complementa y mejora nuestra filosofía de autoconducción.
Dicha asociación, según ha comentado la compañía, “ampliará aún más el alcance” de su sistema Aurora Driver “para ofrecer una variedad de soluciones a clientes estratégicos en logística, tránsito y otros casos de uso”.
No es la primera asociación de un fabricante de automóviles con la tecnológica Aurora, si no que la empresa anunció colaboraciones tanto con Volkswagen como con Hyundai en enero de 2018. Además, Aurora también cuenta con otra asociación con BYTON para la puesta en marcha de su coche eléctrico.

Lo mismo ocurre con las inversiones, las cuales han sucedido en varias ocasiones. El pasado mes de Febrero, Aurora obtuvo una inversión de 530 millones de dólares de Amazon y Sequoia.
Respecto a FCA, están siendo unos tiempos algo movidos para el Grupo, puesto que desembolsó 2.000 millones de dólares a Tesla para cumplir con las normativas europeas al unir sus vehículos a su flota. Además, FCA propuso recientemente una fusión 50-50 a Renault, la cual acabó retirando por desacuerdos internos entre Renault y Nissan, así como políticos.