El mercado de los coches eléctricos se ha consolidado en la sociedad como un negocio viable, que está en continuo crecimiento y que gana continuamente en cuanto a información y público. La novedad ha pasado a la naturalidad y el mejor ejemplo de esta idea es el aumento de la venta de coches eléctricos de segunda mano. Estos modelos han dejado atrás la excepcionalidad y ya pasan por varios propietarios, al igual que lleva muchas décadas ocurriendo con la industria tradicional del automóvil. Comprar un vehículo usado, que se mueva con tecnología eléctrica, implica tener en cuenta diferentes aspectos, a fin de que la adquisición ofrezca el resultado esperado. En este post vamos a descubrir algunos consejos para comprar un coche eléctrico de segunda mano.
Saber las necesidades
Al igual que con cualquier otra inversión grande, la adquisición de un vehículo eléctrico de ocasión requiere una definición previa de las necesidades del usuario; ya que el uso que se pretende dar sirve de filtro para realizar la búsqueda. No hay que olvidar que se trata de un coche, independientemente del componente eléctrico, y la oferta es muy amplia. ¿Qué preferimos: un modelo grande para toda la familia o uno más pequeño para una pareja? ¿Realizaremos viajes largos que requieran de un maletero grande? Son muchas las preguntas que necesitan respuesta y, en ese sentido, merece la pena invertir unas horas para escribirlas. Solo así se puede iniciar con garantías la búsqueda.
La autonomía es clave
Ha sido uno de los grandes retos del sector durante la etapa más reciente: aumentar el número de kilómetros que el coche puede circular por cada carga de batería. Si bien, en 2023, prácticamente toda la producción cumple con creces este punto, muchos modelos de años anteriores no ofrecen garantías en cuanto a la autonomía y esto puede generar problemas en el futuro. Por ello es muy importante conocer bien las posibilidades del coche en ese sentido y garantizar que se adaptan a las necesidades. En este aspecto, la exigencia cambia para un ciudadano que solo quiere moverse por la ciudad o para el que necesita realizar grandes distancias.
No hay que olvidarse de la batería
El eje sobre el que giran todas las posibilidades de un coche eléctrico en cuanto a la autonomía y la capacidad de carga es la batería. Es el elemento que se carga y acumula la energía que mueve el motor. Al igual que otros elementos de un vehículo, la batería se desgasta con el paso de los años y esta carencia tiene efectos directos sobre el tiempo de espera para realizar una carga mínima o las posibilidades en la conducción. Realizar un estudio al respecto y asegurar que está en buen estado son dos acciones necesarias, para que la compra sea óptima.
Capacidad de carga
En este punto seguimos en las funciones de la batería, en concreto en su capacidad de carga. La industria ha puesto muchos esfuerzos en este punto, pues es uno de los más controvertidos cuando se compara al modelo de movilidad sostenible con el tradicional. Esperar media hora a que el vehículo se cargue puede resultar muy incómodo, sobre todo cuando el conductor necesita cargarlo rápido para seguir con su trayecto. La tecnología ha ofrecido importantes avances y la mayoría de modelos actuales garantizan una carga del 80% en poco tiempo. Pero el desgaste del tiempo y del uso puede reducir esta función, un riesgo que aumenta en el mercado de segunda mano. Verificar la capacidad de carga es, por lo tanto, una acción necesaria.
Hay otros puntos ligados a la carga del coche que deben ser contemplados. El cable resulta absolutamente necesario para llevar a cabo esta acción, mientras que también es importante realizar una prueba para garantizar que el proceso de carga funciona correctamente en los diferentes tipos de instalaciones.
Años y estado general
La fecha de matriculación del vehículo es otro punto importante que no se puede pasar por alto. Con el paso de los años, la tecnología, las piezas o la chapa se desgastan; así que hay que identificar bien cuándo realizó su primer kilómetro. Realizar una comprobación del estado general del coche también es necesario, incluso puede ser una buena idea acudir a un mecánico de confianza para que realice esta revisión. Además, seguir las indicaciones de compañías expertas en este sector como Mapfre puede ayudar a tomar una decisión.
Prueba el vehículo
El último paso, antes de tomar la decisión de comprar el coche, es probarlo. Sentarse en el asiento, coger el volante, arrancar el motor y empezar a conducir. Las sensaciones experimentadas en este momento pueden ser determinantes para la decisión final. Resulta evidente, si bien merece la pena recordarlo. Así que si estás a punto de comprar un coche eléctrico de segunda mano, no pierdas la oportunidad de darte una vuelta, para confirmar todas las buenas impresiones detectadas con los análisis previos. Si hay dudas, esta acción puede ser determinante para despejarlas.