Los ministros de finanzas se reúnen en Glasgow para debatir la movilización de fondos para una acción climática rápida y a gran escala
Arranca la tercera jornada de la COP26, que recordemos se inició el pasado 1 de noviembre, en la que tal y como os informamos, algunos de los líderes anunciaron sus compromisos a llevar a cabo para combatir el cambio climático. En la siguiente sesión del 2 de noviembre, se tomaron decisiones clave para la adopción de medidas reales a tomar para limitar el aumento de las temperaturas y el apoyo a los países más vulnerables.
Como informábamos anteriormente, una de las prioridades de la Cumbre del Clima es la financiación para que los países más vulnerables al cambio climático puedan llevar a cabo la adaptación al clima e impulsar la recuperación ecológica de la pandemia. Para ello, se prevén 100.000 millones de dólares, que la Presidencia pidió que dirigieran los gobiernos de Canadá y Alemania.
Para ello, los ministros de finanzas se han reunido en esta tercera jornada en Glasgow para debatir la movilización de fondos para una acción climática rápida y a gran escala. Uno de dichos compromisos, tiene como objetivo el destinar 8.500 millones de dólares para ayudar a Sudáfrica a pasar a la energía limpia, en los próximos 3 a 5 años. El Presidente de la COP26, Alok Sharma, dijo:
“Hoy en día, hay más financiación pública y privada para la acción climática que nunca.
Pero para cumplir con los compromisos asumidos en el Acuerdo de París y mantener vivo el 1,5, necesitamos que los países desarrollados cumplan con la financiación pública y liberen los billones necesarios en inversión privada para crear un futuro neto cero y proteger vidas y medios de subsistencia de los efectos devastadores del cambio climático.
“Por eso hemos hecho de la financiación un punto clave de la COP26, por lo que estos nuevos compromisos de los países y del sector financiero privado son tan bienvenidos, y por lo que seguimos presionando para que los países hagan más para cumplir con sus obligaciones financieras. Los países nos están diciendo lo que necesitan, ahora las finanzas mundiales tienen que responder.”
Los países asumieron nuevos compromisos para aumentar la financiación destinada a ayudar a los países en desarrollo a hacer frente a los impactos del cambio climático, incluido el compromiso de Noruega de triplicar su financiación para la adaptación, los compromisos de Japón y Australia de duplicar su financiación para la adaptación, y los compromisos de Suiza, Estados Unidos y Canadá para el Fondo de Adaptación.
El Reino Unido, España, Japón, Australia, Noruega, Irlanda y Luxemburgo también asumieron nuevos compromisos de financiación para el clima, que se basan en el plan establecido antes de la COP26 para entregar los 100.000 millones de dólares anuales a los países en desarrollo. En la Cumbre, también se iniciarán los debates sobre un nuevo objetivo de financiación mundial que sustituya al de 100.000 millones de dólares a partir de 2025.
Estados Unidos, la Comisión Europea y el Reino Unido también se comprometieron a trabajar en asociación con los países para apoyar una recuperación verde, impulsando la inversión en infraestructuras limpias y verdes en los países en desarrollo. También, se presentó el nuevo ‘Mecanismo de Mercados de Capitales de los Fondos de Inversión en el Clima (CCMM)’, que impulsará la inversión en energías limpias, como la solar y la eólica, en los países en desarrollo.
Para orientar sus inversiones hacia áreas más ecológicas, 35 países acordaron acciones obligatorias para garantizar que los inversores tengan acceso a información fiable sobre el riesgo climático. Y para garantizar unas normas comunes, 36 países acogieron el nuevo organismo internacional ‘Consejo Internacional de Normas de Sostenibilidad (ISSB)’. Además, se han comprometido más de 130 billones de dólares de financiación privada, a través de la ‘Alianza Financiera de Glasgow para el Cero Neto’, dirigida por Mark Carney.
Es mejor contar con la COP26 que nada, aunque es triste escuchar discursos de concienciación sin conseguir compromisos formales de obligado cumplimiento en todos los países del planeta. No estoy satisfecha con los resultados de las diferentes COP celebradas, si bien insisto de que un poco es más que nada y mantengo la esperanza (con serias dudas) de que llegue un día en el que todos seamos responsables activos de la salud del planeta.