La conducción autónoma en el punto de mira, aunque las primeras investigaciones afirman que no fue culpa del coche autónomo
Hoy el turno ha sido para Waymo, la empresa de Google centrada en desarrollar un sistema de conducción autónoma, cada accidente de estos tipos de sistema de conducción autónoma como el de Uber o algún Tesla con Autopilot son siempre noticia.
Por suerte el % de accidentes de vehículos con este tipo de tecnología es ínfima comparado con los accidentes provocados por el ser humano, aunque como es obvio estos últimos no son noticia.
El pasado viernes 4 de mayo, el Chrysler Pacifica dotado del sistema de conducción autónomo de Waymo sufrió un accidente en Chandler, Arizona, distrito donde llevan varios meses haciendo pruebas sin conductor de seguridad, es decir, sin que vaya un ocupante dentro del vehículo.
Aunque no fue culpa del vehículo de Waymo ¿Pudo hacer algo más el sistema de conducción autónoma?
Todavía es pronto para clarificar quien tuvo realmente la culpa de este nuevo accidente, aunque los primeros datos e investigaciones apuntan a que no fue culpa del vehículo de Waymo, sino del otro vehículo implicado en el accidente donde realizó una maniobra brusca para evitar chocar con otro vehículo.
La pregunta es si el sistema de conducción autónomo de Waymo pudo hacer más, es decir, adelantarse a los acontecimientos y «predecir» el posible accidente para salvarlo. Lo que sí que está claro que si el vehículo hubiera sido conducido por un humano el resultado hubiera sido muy similar.
Por suerte en este accidente no ha habido que lamentar fallecidos, tan solo heridas menores y daños materiales tanto por el ocupante del vehículo autónomo (en este caso iba un conductor de seguridad) como del ocupante del Honda que se cruzó en el camino.
La conducción autónoma, sigue con paso firme en el desarrollo
Estos accidentes que han sufrido recientemente varios vehículos con conducción autónoma no debe de frenar el desarrollo y las pruebas que están haciendo diversas compañías como Tesla, Uber o Waymo ya que son la puerta de acceso a lograr un sistema más fiable y seguro que si los vehículos fueran conducido por humanos. Es más, a día de hoy ya hay varios estudios que confirman que estos sistemas han sido capaces de evitar accidentes que de otro modo no hubiera sido posible.
