Estados Unidos inicia la lucha para conseguir ser el fabricante líder de baterías
El Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) ha anunciado recientemente un nuevo paquete de ayudas de 3.100 millones de dólares destinado a la fabricación de baterías y la cadena de suministro, con el objetivo de apoyar la transición a los vehículos eléctricos.
Estas ayudas, vienen de la Ley Bipartidista de Infraestructuras del Presidente Joe Biden para fabricar más baterías y componentes en Estados Unidos. En dicho acuerdo, se incluían 7.500 millones de dólares para vehículos de transporte eléctrico y otros 7.500 millones para la infraestructura de carga.
El DOE también ha anunciado 60 millones de dólares para apoyar las aplicaciones de segunda vida de las baterías utilizadas en los vehículos eléctricos, así como para procesos de reciclaje de materiales en la cadena de suministro de baterías. Recordemos además que Estados Unidos quiere crear un estándar de baterías con el fin de asegurar su proceso de reciclado.
El objetivo final de realizar estas grandes inyecciones económicas en todo lo que conllevan los vehículos eléctricos, es la de conseguir que los vehículos eléctricos representen la mitad de las ventas de vehículos en Estados Unidos para 2030. Además, recordemos que Biden anunció en la Cumbre del Clima del año pasado que reducirá a la mitad las emisiones de EE.UU. para 2030, alcanzando la neutralidad en carbono para 2050. La Secretaria de Energía de EE.UU., Jennifer M. Granholm, comentó:
“La histórica inversión del Presidente Biden en la producción y el reciclaje de baterías dará a nuestra cadena de suministro nacional el impulso que necesita para ser más segura y menos dependiente de otras naciones, fortaleciendo nuestra economía de energía limpia, creando empleos bien remunerados y descarbonizando el sector del transporte.”
Para conseguir ser líderes en la producción de las baterías, y todo lo que conllevan, dependiendo cada vez en menor medida de países externos como, por ejemplo China, recientemente la Administración Biden se reunió con los principales responsables del sector automovilístico estadounidense, entre los que se encontraban Elon Musk de Tesla y Mary Barra de GM, para debatir cómo ayudar a acelerar la transición de los vehículos eléctricos en el país.
Al parecer, la Administración parece estar interesada en traer más minas de níquel, litio, grafito y cobalto a Estados Unidos para construir una cadena de suministro de baterías nacional. El objetivo común de todos los países, excepto de China ya que son ellos los fabricantes líderes hasta el momento, es depender cada vez menos de ellos y conseguir una cadena de suministro a nivel, en nuestro caso, europeo.
Medidas para potenciar industrialmente al país y no depender del riesgo de terceros.