Este año FIAT no recurrirá a comprar emisiones para cumplir con la normativa europea y no ser fuertemente multada
El año pasado y el anterior vivimos varias situaciones bastante curiosas en el mundo de la automoción, un vacío legal que permitía que los fabricantes pudieran comprar “emisiones” a otros fabricantes que cumplían con el límite impuesto por la Unión Europea y así esquivar la multa por incumplimiento.
El caso mas sonado fue el de FIAT, la cual recurrió tanto en 2019 como en 2020 a Tesla para comprar emisiones a una compañía donde todos sus coches son eléctricos, por lo tanto sus emisiones eran cero, de esta forma FIAT pudo bajar la media de emisiones y no ser fuertemente multada.
Aun así, FIAT tuvo que desembolsar una gran cantidad de dinero a Tesla, concretamente unos 2.000 millones de euros, cifra que compensaba pagar frente a la enorme multa que iba a recibir el fabricante por parte de Europa.
Ahora FIAT forma parte del Grupo Stellantis, el resultado de la fusión del grupo PSA y grupo FCA en la que esta última pertenece FIAT.
El CEO de Stellantis en una entrevista concedida al medio Le Point ha hablado sobre esta situación tan curiosa, Carlos Tavares ha confirmado que este año FIAT no tendrá que recurrir a Tesla, sino que gracias al plan de inversión de tecnología híbrida del grupo PSA (ahora forma parte de Stellantis) lograrán esquivar la multa.
FIAT es uno de los fabricantes cuya electrificación está mas retrasada y ha sido uno de los principales motivos por los que siempre ha estado en el filo de la navaja para cumplir con la normativa europea de emisiones, incluso haciendo las triquiñuelas comentadas anteriormente, también hay que reconocer que no ha sido el único fabricante de automoción que usó este “truco” para librarse de la multa.
Actualmente FIAT solo cuenta con un vehículo eléctrico en el mercado, el FIAT 500e aunque en los próximos años se espera que el número de coches eléctricos de la marca incremente sustanccialmente.
Actualmente el límite de emisiones (la media) está fijada en 95 g/km de CO2, todo aquel fabricante que supere esa cifra será castigada con una gran multa, pero en los próximos años estos límites van a ser más estrictos alcanzando en 2030 un límite máximo de 43 g/km de CO2.
Esta medida está hecha para incentivar la transición a la era eléctrica mediante castigo a los fabricantes, una medida que por lo visto está surgiendo efecto ya que todos los fabricantes han estado moviendo ficha en esta era eléctrica.
