La propuesta de Macron es apoyar a los coches eléctricos con baterías fabricadas en Europa. Esto podría dejar fuera a los coches eléctricos chinos y americanos
La amenaza china en el sector de la automoción para Europa es una realidad y algunos países europeos empiezan a contemplar medidas para perjudicar la compra de coches eléctricos chinos.
Emmanuel Macron, actual presidente de Francia, está al frente de una propuesta de beneficiar al producto europeo, dejando de lado producto exterior como el chino.
Por una parte, la propuesta puede ser coherente y tiene sentido defender el producto «local», pero recordemos que los productos chinos ya cuentan con aranceles impuestos que hacen que la venta del vehículo en Europa sea mucho más caro que en la propia China.
La idea propuesta por Macron se basa en que todos los vehículos eléctricos que su batería no haya sido fabricada en Europa, no podrá acceder a las ayudas a la compra del vehículo. El argumento, mas que una defensa al producto local, se basa en que las baterías fabricadas fuera de Europa no cumplen con las normas medioambientales de producción, mientras que las europeas provienen de fuentes de energía más limpias. Por lo tanto no tienen porque ser «subvencionadas».
¿A qué marcas podría afectar este veto?
Lejos de pensar que esta medida tan solo afectará a marcas chinas o americanas, también podría perjudicar a propias marcas europeas cuya fabricación de sus coches eléctricos tienen lugar en otros países como por ejemplo Dacia con el Spring, el cual se fabrica en China.
Otro de los grandes perjudicados podría ser Tesla, y es que actualmente las baterías que utiliza la marca norteamericana son de fabricantes no europeos.
Esta medida, si al final llega a ejecutarse, provocará probablemente que muchos fabricantes opten por montar baterías europeas en los coches eléctricos que sean destinados a dicho mercado, o incluso apuesten por montar sus propias fábricas de baterías en suelo europeo. En este caso BYD o Tesla podría ser unos claros candidatos a dar el paso.
Donde se queda el mercado libre que promulga Europa con la propuesta de Macron de dejar fuera de las ayudas a los coches eléctricos chinos y americanos.