Tarde, pero en plazo, el Gobierno da a conocer las directrices de las ZBE que deberán tener todos los municipios con más de 50.000 habitantes para el 1 de enero de 2023
A pocos días de terminar el año, ha sido hoy 28 de diciembre cuando finalmente el Gobierno ha publicado el Real Decreto Ley que marca las directrices a seguir en las nuevas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), con las que recordemos, deben contar todos aquellos municipios de más de 50.000 habitantes a partir del próximo 1 de enero de 2023, además de los territorios insulares y municipios de más de 20.000 habitantes que sobrepasen los niveles de contaminación estipulados.
Esta nueva Ley, llega poco después de conocerse el castigo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea hacia España, que fue demandada por la UE tras superar de forma reiterada los niveles máximos de emisiones en las ciudades de Madrid y Barcelona. Y aunque por el momento no habrá multas, la Unión Europea tiene a nuestro país en el punto de mira.
Aunque evidentemente es tarde como para que los gobiernos autonómicos establezcan estas ZBE, la Ley llega en plazo según lo prometido por el Gobierno cuando dijo que estaría lista este año. La normativa, aprobada ayer en el Consejo de Ministros, detalla las directrices a tener en cuenta para la creación de dichas ZBE, que deberán existir en casi 150 ciudades españolas.
Si ya de por sí es tarde, hay que sumar que tal y como dicta el propio Decreto, cada municipio deberá someter la nueva ZBE a consulta pública durante un periodo mínimo de 30 días, revisándose a los tres años y después a los cuatro. Además, la nueva Ley establece un plazo de 18 meses para adaptar a la nueva norma los proyectos de ZBE establecidas con anterioridad a la entrada en vigor de este Real Decreto. Es importante el cumplimiento de los objetivos y la correcta revisión de estas nuevas ZBE, ya que de no ser así, podría acabar en la suspensión de ciertas ZBE, como ya ocurrió en Madrid y Barcelona.
Como era obvio, muchas ciudades ya se han pronunciado al respecto haciendo saber que no podrán tener a tiempo la ZBE que exige el Gobierno en su reciente Real Decreto Ley, como por ejemplo Zaragoza o Valencia que esperan tenerla a lo largo de 2023, y con casos en los que se prevé incluso llegar a 2024 sin tenerla, como es el caso de Valladolid.
Lo más importante en las ZBE, como detalla el Gobierno y es evidente, es que contribuyan a la mejora de la calidad del aire y, por tanto, a la salud de los ciudadanos. También se incluye la mejora del ruido, algo especialmente notable en las grandes urbes. Como tercer pilar de estas nuevas ZBE, está el impulsar el uso de modos de transporte más sostenibles, intentando reducir el uso de medios de transporte privados, como los coches o las motos.
También se hace referencia al tamaño que deben cubrir esas ZBE, añadiendo que si se trata de ciudades grandes, “se considerará la posibilidad de diseñar varias ZBE”, como ya ocurre en Madrid con ‘Distrito Centro’ y ‘Plaza Elíptica’. Además, el diseño de las mismas también tendrá en cuenta zonas sensibles como las de población infantil, pudiendo ser más estrictas en ciertos puntos.
Lo más probable es que las nuevas ZBE comiencen vetando el acceso a la zona delimitada a los vehículos sin etiqueta medioambiental, aumentando las restricciones a medida que pase el tiempo, como ocurre con el resto de ZBE activas. De hecho, a partir del 1 de enero de 2023, en la ZBE de Madrid, también se vetará el acceso y circulación a los coches sin distintivo ambiental a la M-30, endureciendo las medidas todavía más para el año que viene, conforme a su plan hasta 2025. También se prevé que se tengan en cuenta las rentas más bajas a la hora de establecer las excepciones, como ya lo hace Barcelona con su ZBE.