El Grupo Renault puede ser el fabricante de automóviles más afectado en este conflicto entre Rusia y Ucrania
Finalmente ha sucedido lo que todos no queríamos, Rusia ha empezado a bombardear esta madrugada diferentes regiones de Ucrania, dando así inicio a una guerra con un final todavía desconocido pero que como sucede en todas las guerras todos pierden.
Centrándonos en el sector del automóvil, el grupo Renault es el fabricante más afectado de este enfrentamiento, ya que a través de la marca Lada tiene un importante número de ventas en el país ruso.
En cuanto a cifras, Lada es muy popular en Rusia, donde supera el tercio de ventas de vehículos nuevos en el país.
La reacción de Estados Unidos y Europa de este último movimiento de Rusia no se va hacer esperar y se estima que las sanciones económicas al país ruso sean ejemplares con el objetivo de intentar parar el avance del ejército ruso.
Estas sanciones afectarán a Renault, y es que cuenta con una fábrica en territorio ruso, concretamente en Togliatti, a unos 1.000 kilómetros de Moscú donde el 40% de materiales que se utilizan para fabricar los coches son importados de otros países. Ahora el precio de estas importaciones podrían verse incrementados en cifras que al grupo Renault no le salgan las cuentas para fabricar un coche en dicho territorio.
Tal es el temor de que esto suceda, que incluso el Grupo Renault ya baraja la posibilidad de parar la producción de forma temporal o incluso de forma definitiva en la fábrica que tiene en Rusia y que se trata de la sede de Landa.
En cuanto a lo que supone Lada para el grupo Renault en el año pasado aportó una facturación de 6.000 millones de euros al grupo, siendo el total facturado por todas las marcas de Renault de 46.000 millones de euros, por lo tanto aun tiene peso dentro del grupo.
Para Rusia, la marca Lada es un marca histórica del país y que actualmente da trabajo a más de 35.000 personas, por lo que el presidente de Rusia no dudará en tomar medidas dependiendo de como se “mueva” el grupo Renault en esta guerra. Y más teniendo en cuenta que el 32% de Lada sigue siendo propiedad del Estado ruso.
Un caso más de los muchos trastornos y contratiempos que acarreará la guerra, sin olvidar el mas importante “las vidas humanas”