La verdadera cara de los vehículos clasificados como eléctricos, que en realidad no lo son
A poco tiempo de haberse aprobado normativas relacionadas con regulaciones que reduzcan los niveles de CO2 generados, tanto a nivel mundial como europeo, así como también por países, como la regulación de España, e incluso por ciudades, siendo las más llamativas las de Madrid y Barcelona, nos encontramos ante un escándalo que comienza a salir a la luz.
Se ha conocido, según un informe de Transport & Environment, que los vehículos clasificados como bajas emisiones, en su mayoría los híbridos enchufables con poca autonomía, en realidad no lo son, algo a lo que se están agarrando los fabricantes debido a un agujero legal. En base a la reciente regulación aprobada por la UE para reducir las emisiones de CO2 en los coches en un 37,5% y la que también aprobaron poco después sobre la regulación de emisiones para los camiones, el informe explica:
"El año pasado, el Parlamento Europeo y los Jefes de Estado de la UE acordaron reducir las emisiones de los coches y furgonetas nuevos en un 15 % en 2025 y en un 37,5 % en 2030 sobre la base de los niveles de 2021. Sin embargo, vender más vehículos eléctricos que los objetivos de venta voluntarios permite a los fabricantes de automóviles reducir los objetivos de reducción de CO2 al 10,8% en 2025 y al 34,4% en 2030."
Esto, ya de por sí, es un escándalo, aunque tampoco es algo que sorprenda dado que es sabido que los vehículos que no son 100% eléctricos sí contaminan, y bastante. Lo que sí que realmente es un problema es la cantidad de contaminación que se está generando con estos vehículos que se clasifican como poco contaminantes, cuando en realidad, no lo son, algo que a los fabricantes les beneficia para alcanzar y beneficiarse de los objetivos marcados y cumplir con las normativas vigentes, pero que el que acaba castigado es el medio ambiente. El informe indica:
"Actualmente, los híbridos enchufables son a menudo grandes SUVs que raramente se cargan debido a su muy limitada autonomía eléctrica, y emiten tanto o más CO2 que los coches diésel o de gasolina en la carretera. Al permitir que los coches "eléctricos" falsos cuenten para los objetivos de los vehículos eléctricos, los fabricantes de automóviles pueden ganar mucho más fácilmente las generosas bonificaciones de CO2 que se derivan por alcanzar estos objetivos."
El análisis, muestra que los fabricantes de automóviles pueden cumplir las nuevas normas vendiendo casi 1,7 millones de coches eléctricos «falsos» cada año a partir de 2025 y casi 4 millones en 2030. El informe continúa:
"Los gobiernos nacionales pueden prevenir el aumento de automóviles falsos "eléctricos" promoviendo sólo los eléctricos, las pilas de combustible y los híbridos enchufables adecuados. El Ministro de Finanzas alemán sugirió recientemente que los híbridos enchufables deberían tener un alcance mínimo de 80 km."
Estamos en un momento muy delicado en cuanto a las emisiones que se generan en el planeta, viendo los cambios que se están produciendo en diversas partes del mundo a causa del cambio climático generado por la contaminación, a los cuales se intentan poner medidas, aunque poco restrictivas en el caso de nuestro país.
Todo ello, no sirve de nada si todavía existen este tipo de casos que lejos de mejorar la situación, la empeoran, pasando además por engañar a los compradores a la hora de adquirir un vehículo de este tipo, mediante estos juegos que los fabricantes se traen con los sistemas de regulación. Esto no es solo culpa de los fabricantes, si no también de los Gobiernos, que deberían asegurarse de que realmente estas regulaciones sean cumplidas por los fabricantes antes de lanzar los vehículos a las carreteras.