La propuesta de Porsche ha sido rechazada por Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO)
En la era de los coches eléctricos, la icónica marca de automóviles Porsche busca recrear la emoción que sus deportivos con motor de combustión han ofrecido a los entusiastas del motor durante décadas. Sin embargo, la reciente negativa de la Unión Europea a aprobar su patente de sonido representa un obstáculo en este camino innovador.
La transición hacia los vehículos eléctricos ha llevado a los fabricantes de coches deportivos a explorar cómo mantener la identidad y el carácter de sus vehículos. BMW y Mercedes, por ejemplo, han colaborado con renombrados músicos como Hans Zimmer y Mike Shinoda respectivamente, para diseñar sonidos únicos que resalten la identidad de sus coches eléctricos.
En un intento similar, Porsche aspiraba a patentar un sonido distintivo para sus coches eléctricos, un trabajo llevado a cabo por sus propios ingenieros, en contraste con la tendencia de colaborar con músicos famosos. Según describió Porsche, el sonido creado es una mezcla entre la Sinfonía nº 5 de Beethoven, el sonido de Kitt de la serie ‘El coche fantástico’ y el zumbido de los sables de luz de Star Wars.
Sin embargo, la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) rechazó la propuesta de Porsche. La razón principal detrás de esta negativa radica en que la EUIPO consideró que el sonido propuesto por Porsche no era lo suficientemente distintivo, y en esencia, imitaba el sonido de un motor de combustión acelerando, sin ofrecer una diferencia notable con respecto a otros automóviles en el mercado.
Desde julio de 2019, los coches eléctricos en Europa deben incorporar un Sistema de Alerta Acústica para Vehículos (AVAS), que emite sonidos entre 56 y 75 decibelios a velocidades inferiores a 20 km/h, con el objetivo de prevenir accidentes. Este requisito subraya la importancia del sonido, no solo como una cuestión de identidad de marca, sino también como una medida de seguridad crucial.
Aunque este revés representa un desafío para Porsche, también refleja la complejidad y las diversas consideraciones en la creación de una identidad sonora en la era eléctrica, un terreno aún inexplorado y lleno de potencial para la innovación. La búsqueda de un sonido único que resuene con los aficionados y al mismo tiempo cumpla con las regulaciones, continúa siendo un desafío intrigante en el horizonte de la industria automotriz eléctrica.
No tengo muy claro la necesidad de incorporar ruido a los coches eléctricos si conductores y peatones respetamos las normas de trafico.