Llega Powerpaste, la solución de almacenamiento de hidrógeno en forma de pasta

Powerpaste, la pasta que permite almacenar hidrógeno

La tecnología no deja de sorprendernos cada día, y es que ahora llega Powerpaste, la solución de almacenamiento de hidrógeno en forma de pasta.

Nos encontramos en un momento donde varias tecnologías aplicadas a la automoción confluyen, desde los vehículos térmicos hasta los eléctricos, pasando por los híbridos, culminando con los vehículos propulsados por hidrógeno.

Es en este último punto donde se han centrado los investigadores del Instituto Fraunhofer de Tecnología de Fabricación y Materiales Avanzados (IFAM), situado en Dresde (Alemania).

El resultado es una innovadora solución en forma de pasta, basada en el hidruro de magnesio, para sustituir los depósitos donde se almacena normalmente el hidrógeno, alimentados a una presión de 700 bares.

En el procedimiento convencional, el depósito alimenta una pila de combustible que convierte el hidrógeno en electricidad. Ésta, a su vez, acciona un motor eléctrico para propulsar el vehículo.

El estudio, hace hincapié en el uso de esos tanques en vehículos eléctricos más pequeños, como ciclomotores o motocicletas, convirtiéndose en algo no demasiado práctico dado que el aumento de presión durante el repostaje sería demasiado grande.

Y dado que el Powerpaste sólo empieza a descomponerse a temperaturas de unos 250 °C, sigue siendo seguro incluso cuando el vehículo se encuentra expuesto al sol durante varias horas.

Con la solución Powerpaste que proponen, en lugar de ir a la estación de servicio, simplemente será necesario sustituir un cartucho vacío por uno nuevo y rellenar el depósito con agua de la red.

El investigador asociado del Fraunhofer IFAM, Dr. Marcus Vogt, explica que “Powepaste almacena el hidrógeno en forma química a temperatura ambiente y presión atmosférica para liberarlo después a demanda”. Añade:

“El Powerpaste tiene una enorme densidad de almacenamiento de energía. Es sustancialmente superior a la de un depósito de alta presión de 700 bares. Y en comparación con las baterías, tiene una densidad de almacenamiento de energía diez veces mayor.”

Esto significa que Powerpaste ofrece una autonomía comparable e incluso superior a la de la gasolina, además de una mayor autonomía que el hidrógeno comprimido a una presión de 700 bares. Explican, con más detalle, en qué consiste la fórmula de Powerpaste:

“El material de partida de Powerpaste es el magnesio, uno de los elementos más abundantes y, por tanto, una materia prima fácilmente disponible. El polvo de magnesio se combina con el hidrógeno para formar hidruro de magnesio en un proceso realizado a 350 °C y a una presión atmosférica de cinco a seis veces superior. A continuación se añade un éster y una sal metálica para formar el producto final.

A bordo del vehículo, el Powerpaste se libera de un cartucho mediante un émbolo. Cuando se añade agua desde un depósito de a bordo, la reacción resultante genera gas hidrógeno en una cantidad ajustada dinámicamente a las necesidades reales de la pila de combustible. De hecho, sólo la mitad del hidrógeno procede del Powerpaste; el resto proviene del agua añadida.”

Aunque el ámbito de aplicación que se pone como ejemplo es el de los ciclomotores o motocicletas eléctricas, Powerpaste puede ser utilizado en multitud de aplicaciones, pudiendo actuar por ejemplo como extensor de autonomía en vehículos eléctricos, drones o incluso puede utilizarse para generar electricidad en una cafetera.

Actualmente, el Fraunhofer IFAM está contruyendo una planta de producción de Powerpaste en el Centro de Proyectos Fraunhofer de Almacenamiento de Energía y Sistemas ZESS, con planes de entrar en funcionamiento este 2021. Esperan que esta nueva instalación pueda producir hasta cuatro toneladas de Powerpaste al año.

En definitiva, se trata de una innovadora idea al hilo de otras soluciones que hemos visto hasta ahora como la que os contábamos hace un momento de la madera transparente, el motor eléctrico sostenible de Turntide o las baterías de IBM que utilizan agua del mar en sustitución al cobalto, entre otras.