Un nuevo fracaso para las carreteras solares, esta vez en Francia
Se ha conocido la noticia de que el proyecto de carretera solar que se estaba realizando en Francia, finalmente ha fracasado, al igual que sucedió anteriormente con el proyecto Solar Roadways que se realizó en Estados Unidos.
La carretera, situada en la región de Normandía, fue mandada a construir por orden de la Ministra de Medioambiente, Segoléne Royal, y aunque la idea era buena, parece que no ha salido bien. Étienne Gaudin, jefe de la compañía Colas Wattway que construyó la carretera, comenta que «el sistema no está maduro para tráfico de larga distancia y la lógica de la producción de energía es, de hecho, irrelevante». Así anunciaba el proyecto la empresa hace dos años:
Se trata de una carretera que cuenta con 2.800 metros cuadrados de paneles solares a lo largo de un tramo de 1 km, siendo sus planes futuros de 1.000 kms, con un coste para el tramo que finalmente se construyó de 1 km, de 5 millones de euros.
¿Por qué ha fracasado?
Los planes que se tenían para este proyecto cuando se inauguró, pasaban por producir 790 kWh al día, que haría posible la iluminación de una población de 3.000 a 5.000 habitantes. Pero este dato pronto cambió, consiguiendo únicamente el 50% de lo prometido en su primer año en marcha con 149.459 kWh, siendo incluso peor en su segundo año de vida con 78.397 kWh.
Con los datos indicados, es evidente que algo salió mal, con un problema grave de eficiencia, y más en sus primeros años de vida, pero… ¿Por qué?
Pues bien, al parecer son dos factores los que han causado su fracaso, siendo uno de ellos el del desgaste de los paneles solares, causado por la propia circulación, otros elementos externos que se posaban sobre la carretera y producían un efecto contrario al deseado o la meteorología, como las tormentas eléctricas.
El otro factor es el del ruido que se produce por el paso de los vehículos sobre los paneles, teniendo que fijar una velocidad máxima de 70 km/h.
Tanto ha sido el desgaste de la carretera solar, que incluso se tuvo que eliminar un tramo de 100 metros en mayo, el cual ni siquiera fue reparado. En cuanto a lo que queda de carretera, sigue en marcha pero con unos deterioros que se van agravando con el paso de los días y que incluso hacen que se desprendan objetos de la superficie.
Habrá que esperar para ver otro proyecto similar, que esperemos que en esta ocasión no fracase y se tengan en cuenta todos estos factores. Otros ejemplos de proyectos similares que sí apuntan que tendrán futuro, son por ejemplo las carreteras de plástico de Holanda o la futura carretera de carga inductiva que tendrá Suecia.