¿Pueden los coches eléctricos ser hackeados?

Los vehículos eléctricos son una parte vital del estado actual del mercado automovilístico mundial. Tras décadas de esperanza y exageración, la rápida adopción de los vehículos eléctricos por fin ha llegado. En 2011, solo había 16.000 vehículos eléctricos de batería e híbridos enchufables en la carretera. A mediados de 2021, esa cifra había aumentado a más de 2 millones de vehículos. De hecho, los ejecutivos del sector automovilístico esperan que más del 50% de los vehículos sean totalmente eléctricos en 2030.

Esta es una gran innovación que afecta al mercado automovilístico, pero hay otras industrias que también están sufriendo una gran revolución. Aunque la ciberseguridad para los vehículos es un tema relativamente nuevo, algunas industrias llevan años buscando soluciones de seguridad para ofrecer experiencias más seguras a sus clientes. Un ejemplo de ello es la industria de los casinos en línea, donde los sistemas de seguridad de varios niveles protegen los datos personales y los medios financieros del usuario, lo que permite a la gente jugar a los mejores juegos de casino en vivo con la garantía de que esta experiencia será agradable.

Volviendo a los coches eléctricos, hay un plan para crear infraestructuras para planificar y construir una sólida red de estaciones de recarga de vehículos eléctricos en varios países, un considerable anticipo para el desarrollo de un sistema internacional.

La red de gasolineras que se extendió por todo el país tardó décadas en ser una mezcolanza, con políticas y procedimientos creados por las distintas compañías petroleras antes de que se produjera una supervisión o planificación gubernamental adecuada. Una red estatal o nacional de recarga de vehículos eléctricos requerirá una planificación exhaustiva y una inversión significativa.

Gran desafío de la ciberseguridad con los coches eléctricos

Hace unos meses, un especialista en seguridad tecnológica utilizó TeslaMate, una aplicación de software de terceros, para hackear con éxito 25 vehículos Tesla en más de una docena de países. Fue el primer incidente registrado de una aplicación de terceros utilizada para hackear y obtener acceso a los datos y controles de los vehículos, una clara indicación de los riesgos asociados a los vehículos eléctricos.

Tesla está muy atenta a la ciberseguridad, pero aun así los piratas informáticos encontraron la forma de comprometer sus sistemas. A medida que los vehículos eléctricos se convierten en una parte aún mayor del mercado del automóvil, una amenaza cibernética preocupante es la instalación de estaciones de carga de vehículos eléctricos potencialmente desprotegidas en todo el país. Si no se hace hincapié en la ciberseguridad, estas estaciones podrían convertirse en una supercarretera para los hackers.

Se prevé un gran crecimiento de la infraestructura de carga para coches eléctricos

En pocas palabras, la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos es un dispositivo (o conjunto de dispositivos) que espera que otro dispositivo se conecte y comience a comunicarse sin un cortafuegos de terceros u otros dispositivos de ciberseguridad que actúen como escudo: todas esas tecnologías deben estar integradas en la propia estación de recarga. Como se ha visto en el caso de MS Windows, a menudo es necesario un tercero para asegurar este tipo de tecnologías ya que la propia tecnología tiende a carecer de una protección cibernética adecuada.

La complejidad y la rápida adopción de las estaciones y tecnologías de recarga de vehículos eléctricos las hacen especialmente vulnerables a los ataques, ya que pueden pasarse por alto ciertas medidas de seguridad. Las estaciones de recarga de vehículos eléctricos parecen muy vulnerables a los hackers. El año pasado, Colonial Pipeline, con sede en Estados Unidos, fue víctima de un ciberataque dirigido desde el extranjero debido a una única contraseña comprometida.

Esta vulnerabilidad interrumpió los procesos de suministro de combustible en el este de Estados Unidos y le costó a la empresa 4,4 millones de dólares de rescate. Ahora, piensa en un ataque que podría paralizar las estaciones de carga de vehículos eléctricos en California. Unas puertas más abiertas ofrecen más oportunidades a los hackers para introducirse en los sofisticados vehículos eléctricos y controlarlos.