La crisis energética de los últimos meses y la subida de los precios de la luz ha puesto de manifiesto la necesidad de producir y consumir energía propia. El autoconsumo, nombre que recibe esta práctica, es una de las apuestas más seguras y fiables a la hora de obtener independencia energética.
Aunque existe un gran desconocimiento respecto a este punto, en la actualidad es posible lograr el autoconsumo apostando por energías limpias y renovables, ajenas a la especulación en los precios de petróleo y gas. Para ello, la mejor opción es recurrir a paneles solares, aunque depende de las condiciones geográficas y las oportunidades de cada territorio.
Cómo obtener el autoconsumo
España es una de las regiones de Europa que cuenta con un porcentaje mayor de horas del sol al año. Gracias a esta climatología la rentabilidad de energías renovables, como las placas solares, es evidente. Sin embargo, todavía muchas personas desconocen cómo hacer uso de esta energía de manera autónoma.
Así, se conoce como autoconsumo a la obtención de energía en una familia o comunidad de vecinos que ellos mismos van a consumir. Como hemos comentado, el autoconsumo más usual es el fotovoltaico, dada las características climatológicas de nuestro territorio y la facilidad de instalación de placas solares.
Las empresas especializadas en autoconsumo fotovoltaico son las que recomiendan e instalan las placas. Los especialistas recomiendan colocar las placas en los tejados, ya que de ese modo garantizamos que estas reciben luz solar durante el mayor tiempo posible. Pese a ello, cada hogar o empresa es diferente y depende de cuestiones como la ubicación o dirección de la construcción, los materiales utilizados o las dimensiones con las que cuenta.
Cómo funciona el autoconsumo
La obtención de energía a través de luz solar es bastante sencilla, aunque exige la contratación de una empresa especialista. En líneas generales, las placas solares reciben luz del sol de manera directa. A partir de ahí las placas generan energía, pero la corriente continua obtenida se debe transformar en corriente alterna. Para ello, las empresas instalan un aparato conocido como inversor, el cual se encarga de alterar la corriente y transformarla en energía útil para los equipos del hogar.
Además del inversor, la instalación de placas solares cuenta con diversos artefactos y cables diseñados para operar el mayor tiempo posible. Asimismo, algunas instalaciones, como las instalaciones aisladas, cuentan con baterías que almacenan la energía no consumida para su posterior uso. Esto significa que, durante la noche, podremos seguir utilizando la energía obtenida mediante placas, aunque las placas ya no reciban luz solar.
Instalación y rentabilidad
La instalación de placas solares es una inversión a medio y largo plazo. Dependiendo de la instalación o el número de placas el precio puede aumentar o disminuir, pero en todos los casos se trata de una inversión. Así, pese al esfuerzo económico inicial, la factura de la luz puede verse reducida en un 80% con la instalación de estos paneles, razón por la que cada vez más hogares optan por esta energía.
Asimismo, es importante destacar que un buen mantenimiento de las placas solares puede aumentar la vida de estos aparatos hasta 30 años. Además, existen ayudas estatales para la instalación de placas.
En el año 2019 opte por la instalación en mi casa de placas solares con baterías para acumular electricidad en reserva cuando el sol se desvanece. Mi experiencia es muy positiva tanto por el ahorro económico como por generar y usar energía limpia. La amortización de la inversión es más corta en la parte de las placas que la de las baterías. Actualmente desde hace tres meses recibo compensación económica por la energía excedente que género y no consumo.