Repsol compra IBIL, afianzando su relación y compromiso con la electrificación
Aunque parecía que IBIL ya era propiedad de Repsol, dada su presencia en las estaciones de dicha gran compañía, no era así. Ahora, finalmente se ha confirmado lo que era un secreto a voces, y que todos sabíamos que acabaría sucediendo, y es que Repsol ha adquirido a IBIL, haciendo ver con ello su compromiso con la electrificación.
Repsol, consciente de que el futuro con las, popularmente denominadas ‘electrolineras’, ha decidido no quedarse atrás y aprovechar la relación ya mantenida con IBIL para asegurarse su supervivencia en esta nueva era. Repsol, comenta:
El conocimiento y la experiencia en el sector permitirán a Repsol, de la mano de Ibil, continuar ampliando la red con la instalación de nuevos puntos que cubran las necesidades de los usuarios de este tipo de movilidad. Adicionalmente, la compañía también podrá suministrar, a través de su filial Repsol Electricidad y Gas, electricidad 100% renovable para la recarga de los vehículos, con lo que proporcionará a los clientes un servicio integral.
Son muchas las estaciones de servicio de Repsol que ya cuentan a día de hoy con puntos de recarga de IBIL. A su vez, IBIL, también dispone de puntos de carga ubicados en otros lugares, en las vías públicas principalmente.
Así pues, IBIL continuará siendo participada al 50% por Repsol y el Ente Vasco de la Energía (EVE). A raíz del acuerdo realizado con Repsol, sus estaciones de servicio contarán con más de 230 puntos de carga, convirtiéndose con ello con una de las infraestructuras más relevantes a nivel español.
De estos 230 puntos, 35 son de carga rápida situados en estaciones de servicio de la compañía, lo que posiciona a Repsol como líder en recarga eléctrica de este ámbito. Además. Repsol también operará 1.000 puntos que IBIL ha instalado a empresas y particulares.
No olvidemos que actualmente Repsol cuenta con dos puntos de recarga ultra-rápida de IBIL, recientemente inaugurados y situados en Lopidana (Álava) y en Ugaldebieta (Vizcaya), que son capaces de cargar las baterías de un vehículo eléctrico en tan solo 5-10 minutos, con una capacidad de carga individual de 400 kW, siendo las más rápidas de la Península Ibérica.
