Tesla y Trump parecen llegar a entenderse por un momento, al permitirle que el fabricante de automóviles obtenga el aluminio de Japón
Aunque todavía con muchas peticiones sin resolver o, simplemente rechazadas, Tesla lo sigue intentado y parece que al fin ha conseguido un «sí» por parte de Trump para, en este caso, poder comprar aluminio de origen japonés.
Más concretamente, lo que ha conseguido es que el Gobierno realice una exención del 10% de gravamen que tiene el aluminio en concepto de aranceles. Dicho aluminio, es utilizado por Tesla en la fabricación de celdas de batería que se lleva a cabo en la Gifactory 1 de Nevada.
Según indica la compañía, es una gran noticia, dada la preocupación del fabricante por este material necesario para el correcto proceso de su producción, el cual no ha conseguido encontrarlo hasta el momento en Estados Unidos.
Así pues, el Gobierno de Estados Unidos habría concedido esta tregua a Tesla durante un periodo de un año, pues son conscientes de que el país no es capaz de producir toda la cantidad que la compañía estadounidense necesita.
Que el Gobierno estadounidense conceda esta tregua a Tesla, afecta directamente al precio de venta de los vehículos, los cuales podrán mantenerse como hasta ahora, al menos por este aspecto, lo cual de no haber sido así, hubiera acabado viéndose reflejado en un incremento considerable del valor final del coche.
Al parecer, Tesla habría llegado a importar hasta 6,4 millones de kilos al año de aluminio, necesitando ahora aumentar ese suministro para la producción del Model 3 y de sus productos de almacenamiento de energía. Esto se ve reflejado en la petición que realizó para importar 10 millones de kilos de aluminio, proporcionados por la compañías japonesa Nippon Light Metal.
Aún así, existen otras peticiones que Tesla también hizo al Gobierno de EE.UU pero que, al menos por el momento, no han tenido tanto éxito. Se trata de exenciones arancelarias relacionadas con la guerra comercial que está sucediendo entre China y Estados Unidos. Esto es un problema para Tesla, puesto que multitud de sus componentes electrónicos provienen del país asiático, entre ellos, los necesarios para el sistema Autopilot 3.0.