Shell en apuros: el tribunal le ordena reducir sus emisiones
El tribunal de los Países Bajos ha protagonizado un hecho histórico. Por primera vez los activistas ganan ante el tribunal para que una gran compañía revise su plan de reducción de emisiones, al contrario que ha ocurrido con otros muchos casos, como por ejemplo el de Madrid Central, que recientemente ha sido “tumbado” por el Supremo.
En esta ocasión, al tribunal no le ha temblado la mano para ordenar a Royal Dutch Shell, más conocida como Shell, que reduzca sus emisiones. Se trata de una noticia que deja en evidencia a la petrolera, que cuenta con su plan para combatir el cambio climático, el cual fue presentado en 2019. El programa presentado, concebía una duración de tres años, comenzando a implantarse desde el mismo 2019 de su presentación, aportando para ello una inversión de 300 millones de dólares.
El objetivo de reducción de emisiones de Shell antes de la sentencia era del 20% para 2030 y del 45% para 2035, para finalmente llegar a la neutralidad de carbono en 2050. Ahora, tras la orden del tribunal, se le obliga a que reduzca sus emisiones de carbono en un 45% para 2030, con respecto a los niveles de 2019.
El Tribunal de Distrito de La Haya, donde tiene su sede Shell, dijo que a pesar de que la compañía no está incumpliendo la obligación de reducción de emisiones, su política no es concreta, indicando que “tiene muchas advertencias y se basa en el seguimiento de la evolución social más que en la propia responsabilidad de la empresa para lograr una reducción de CO2”.
A raíz de la presentación de plan en 2019, Shell anunció otra serie de acciones relacionadas con la estrategia, como el aumento de puntos de carga en Alemania o la adquisición de la red de puntos de carga Ubitricity, así como el suministro de energía verde en Europa a Amazon.
De hecho, el pasado mes de marzo, Hyundai y Shell anunciaron un acuerdo de colaboración en soluciones de energía verde y, esta misma semana, os contábamos el nuevo acuerdo de Daimler Trucks y Shell para impulsar la adopción de camiones de hidrógeno.
Shell está obligada a aplicar los cambios a nivel internacional, no sólo en los Países Bajos. La sentencia del tribunal hacia Shell abre una puerta a nuevas revisiones de estrategias climáticas para otras grandes compañías, exigiendo que le alineen con el Acuerdo de París. De hecho, el juez ya dejó claro que “otras empresas también tendrán que reducir las emisiones de CO2”. Se espera que Shell recurra la sentencia.
Aparte de las sanciones de los tribunales, esta una más poderosa con nuestra respuesta y acción a las empresas contaminantes: NO consumiendo sus productos y servicios.